El día de San Valentín de 1900, las alumnas del internado Appleyard se dirigen hacia la zona de recreo próxima a Hanging Rock, una imponente formación rocosa en la que desaparecen misteriosamente tres alumnas y una institutriz. Días después, solo una de las chicas, Irma Leopold, es encontrada, malherida e inconsciente. Una amnesia irreversible le impide recordar lo sucedido aquel 14 de febrero. De las otras dos jóvenes, la radiante Miranda y Marion Quade, y de la maestra Greta McGraw, nada se volverá a saber. Pero el misterioso incidente actúa como una fuerza centrifugadora que altera el destino de cuantos estuvieron implicados en mayor o menor medida y los arrojará lejos del lugar en que ocurrieron los hechos: Madame Dianne de Poitiers, Michael Fitzhuber o Albert Crundall verán cambiadas para siempre el curso de sus vidas. Y otros personajes, los más trágicos, como la señora Appleyard o Sarah Waybourne, compartirán un mismo final.
Joan Lindsay (1896-1984) ocupa un puesto destacado en las letras australianas, gracias a su novela Picnic en Hanging Rock, publicada en 1967. Del resto de su escasa obra, destaca su relato autobiográfico Tiempo sin relojes.
La versión cinematográfica de Picnic en Hanging Rock, realizada por Peter Weir en 1975, está considerada como un clásico del cine australiano.
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