Ethan Frome es una tragedia. En esta novela breve (género en el que Edith Wharton es insuperable) el protagonista, Ethan Frome, se ve superado por una serie de circunstancias que le impiden alcanzar la felicidad. Circunstancias que nada tienen de extraordinarias (deberes familiares, apuros económicos), pero que se interponen entre él y el objeto de su deseo. La angustiosa conciencia de que la felicidad se le escapa de las manos para siempre, su impotencia para revertir el curso de su vida, dan forma a una auténtica tragedia, que ni siquiera encontrará en la muerte una posible redención.
Sabiamente construida, la arquitectura argumental de Ethan Frome permite representar, con toda su dureza, lo larga que es la desdicha para algunos seres.
Edith Wharton nació en Nueva York en 1862, en una familia rica y culta. Serán esta ciudad y esta clase social, las que le proporcionarán temas y ambientes para muchas de sus novelas más celebradas como La casa de la alegría o La edad de la inocencia. A partir de 1907 se instaló de forma permanente en Francia, país que le concedió la Legión de Honor por su decidida defensa de la causa de los Aliados en la Primera Guerra Mundial (de la que dan testimonio obras como Francia combatiente). Aunque París era el centro de las vanguardias literaria y artística, Edith Wharton se mantuvo al margen de estas corrientes renovadoras y siguió fiel a su estilo narrativo, con el que elabora un profundo análisis psicológico de los personajes en obras magistrales como Ethan Frome (1911), Estío (1917), La edad de la inocencia (1920) o Sueño crepuscular (1927). Edith Wharton murió en 1937.
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