La posadera es sin duda la comedia más famosa de Carlo Goldoni. El prolífico autor veneciano -escribió 250 obras para las tablas- la estrenó en 1752. El argumento gira en torno a Mirandolina, una guapa y lista posadera (la locandiera que da título a la obra), que regenta un hostal en Florencia. Cuantos la conocen se enamoran de ella, pero Mirandolina se burla de sus pretensiones y se las ingenia para sacar provecho. Tiene a sus pies al Marqués, un aristócrata pobre y fatuo, envanecido de su abolengo y que es una de las figuras más cómicas de la obra. Su rival es el Conde, un noble nuevo y rico, que confía en su dinero para vencer la voluntad de la bella posadera. Y como no hay dos sin tres, el criado Fabrizio, enamorado de su patrona, rabia de celos al ver, impotente, el cortejo de los otros dos. Despreciándolos a todos, el Caballero, un adusto y misógino florentino, se jacta de no haber amado nunca y de no dejarse enredar por las argucias de las mujeres. Y este desprecio Mirandolina no puede tolerarlo. Así que antes de que acabe el día (la obra se ajusta a las aristotélicas unidades de lugar y tiempo), Mirandolina logrará que se enamore de ella.
Carlo Goldoni (Venecia, 1707-París, 1793) es el autor teatral más relevante del siglo XVIII en Italia y una de las figuras fundamentales del teatro europeo. Se le reconoce como el modernizador del teatro italiano, al retirar de la escena un modelo de representación agotado como era el derivado de la comedia del arte: esbozo textual con el argumento básico de la obra, improvisación de los actores, tipos fijos... Goldoni entrega a las compañías de actores un texto completo y elabora argumentos en los que aparecen personajes individualizados. Además, sus obras tiene una finalidad reformista y crítica. Obras como La posadera, El servidor de dos amos o Los afanes del veraneo se siguen representando actualmente.
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