Mildred Lathbury es la narradora y protagonista principal de Mujeres excelentes. Hija de un clérigo, vive sola en un modesto piso de alquilar; ocupa las mañanas trabajando en una organización de asistencia social y las tardes, en la parroquia. Una vida sencilla y monótona, firmemente asentada en los valores de la abnegación y la lealtad. Una vida que se verá alterada cuando Helena y Rocky Napier -un matrimonio en crisis formado por una brillante antropóloga y un seductor marino desmovilizado- se convierten en vecinos de Mildred. Y no son las únicas novedades: de la mano de Helena, entra en el escenario Everard Bone, que muestra por Mildred una ambiguo interés; luego, la vida parroquial sufre una gran convulsión con la llegada de Allegra Gray, una atractiva viuda con la que el vicario Julian Malory decide casarse. En los conflictos que viven estos personajes, en las crisis vitales que todos ellos sufren, siempre encuentran un asidero y un consuelo: Mildred Lathbury, una de esas "mujeres excelentes" que no parecen tener vida propia y que están permanentemente dispuestas, con una taza de té en la mano, a ayudar a los demás.
La escritora inglesa Barbara Pym (1913-1980) comenzó a publicar tras la Segunda Guerra Mundial. Su primeras cinco novelas gozaron del aprecio de los lectores y de la crítica especializada. El inconstante favor del público la desanimó de tal modo que durante años abandonó su vocación de novelista y solo `por el reconocimiento tardío de Philip Larkin y otros críticos decidió continuar escribiendo. En castellano, además de Mujeres excelentes, se han traducido Los hombres de Wilmet y Jane y Prudence.